Los Videntes - Personas Especiales con un Propósito en la Vida

La Videncia: Una Profesión Controversial

Hay opiniones divididas en cuanto a la veracidad que los videntes ofrecen en sus lecturas del Tarot, en cuestiones astrológicas y esoterismo en general. La ciencia, con sus métodos tan limitados, y que al ser aplicados a la humanidad generan tanta pérdida de la conciencia espiritual, está siempre en contra de que más allá de lo visible y experimental haya algo más. Este argumento no basta para convencernos de que los extraños sucesos que se han presenciado desde la antigüedad, se deben todos a delirios de mitómanos o de personas con menos tino en sus aptitudes mentales.

Origen y Destino de Quienes nos Orientan en la Videncia

De entre los muchos casos que se pueden abordar, voy a hablarles del ocurrido en el año 1917 en Cova de Iria, Portugal. El caso es muy conocido y bastará con hacer una breve mención de él. En aquel entonces, la virgen María se apareció a tres niños pastores, Jacinta, Francisco y Lucía do Santos. Les indicó que se manifestaría a través de milagros, los mismos pudieron ser presenciados por más de 60.000 personas que en el acto se convirtieron en creyentes. Los niños se comunicaron regularmente con la Virgen, a quien nadie más podía ver pero que las huellas de dichos encuentros se mostraban notoriamente.Personas como estos niños, que han tenido un encuentro de tal trascendencia o que ya nacieron con dones que no poseen los mortales comunes, son denominadas videntes. Su capacidad de ver más allá de lo que los ojos pueden contemplar y atravesar las barreras del espacio y del tiempo es lo que les hace especiales. No todo el mundo lo puede lograr y por eso su gran valía. Aquellos que no consiguen explicaciones para estos hechos podrán simplemente negarlo, como quien cree que cubriéndose los ojos consigue desaparecer ante el mundo.

El Tarot y su Proyección al Mundo Esotérico

Cuando un vidente, mediante el Tarot, tiene que proporcionar información a las personas sobre su pasado, presente y futuro, primero debe realizar ciertos rituales, que de no ser hechos así, se corre el riesgo de que las interpretaciones sean personales y no las que realmente son. Otro riesgo que se corre es el de entablar vínculos con otro tipo de entidades no deseadas, dada la amplitud de lo esotérico. Lo que se suele hacer, pues, es realizar algo así como una apertura y un cierre de la sesión. Al inicio se hace una invocación que puede variar en su forma pero en cuanto a su contenido sigue siendo el mismo, por ejemplo ésta: «que se selle el recinto, que sellen estas cartas. Y que los seres de luz que trabajan aquí, en el recinto y en las cartas, hablen en luz y en verdad».

Acto en que la persona de quien se develan los misterios de su vida debe también participar, repitiendo ciertas frases en determinados momentos. La facultad de leer las cartas del tarot, así como de interpretar las manifestaciones astrológicas no se adquieren de la noche a la mañana, se necesita tener algo especial dentro de uno que le permita adentrarse en este mundo, además de mucha paciencia y práctica. Esto ocurre al igual que lo haría con, por ejemplo, un actor o un músico, que tiene dentro de sí cosas que no pueden adquirirse con años de educación y entrenamiento, pero que una vez las descubre, debe entrenarlas a diario para no perderlas.

Cuando un vidente ve las cartas desplegadas frente a sí, ve una totalidad, un significado conjunto que adquiere forma en tan sólo un instante, sin dar tiempo a la mente consciente o racional al realizar sus conexiones. Es decir, aquello que sale de la boca de un vidente, cuando está en su labor de lectura, proviene de un plano diferente de espiritualidad, que es el secreto del esoterismo.