El Arcano Mayor número 15 es uno de los más sombríos del Tarot. Se trata de
El Diablo. Pero no de ese que los niños imaginan con cuernos y patas de macho cabrío, sino el que anida en cada uno de nosotros… Ese que nos puede llevar a errar el camino.
En el primer Tarot que se conserva (el de Marsella, impreso en el siglo XV en esta ciudad italiana) El Diablo se representa como un reverso maligno del Hermafrodita que dio origen a Los Enamorados. Este demonio está de pie entre Adán y Eva. La pareja de nuestros padres se encuentra sometida por una cadena que las une al altar sobre el que se alza El Diablo. Y El Diablo es una bestia con alas de dragón, y senos de mujer y el bulto del sexo del hombre. Detrás de los tres personajes, las aguas de alzan amenazadoras.
¿Qué significa esta carta?El Diablo es el anti-hermafrodita, el opuesto al hombre realizado. Adán y Eva están encadenados a él porque sus deseos y apetitos los han hecho esclavos del mal. Tras ellos, crecen las aguas del Diluvio: la furia divina ante aquellos que se alejan de la bondad y de lo correcto.
El Diablo anida en cada uno de nosotros, nos dice esta carta, y su mayor perversión es que nos hace creer que hacemos el bien y que avanzamos a la realización, cuando en realidad el egoísmo y nuestros caprichos nos han hecho esclavos incapaces de elevar el vuelo que nos lleve a ser las personas que debemos ser.
Cuidado con El Diablo: eres tú.
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